fiestas tradicionales de Bolivia

La primera riqueza de Bolivia es el conjunto de sus tradiciones, que lo mantiene como un país de raíces muy profundas, forman parte del cotidiano de cada boliviano. Como más fuerza todavía si esta persona  viene del campo porque la ciudad suaviza mucho esta relación a las tradiciones. Las tradiciones de Bolivia son muy sincréticas, y poco a poco se han mezclado, mestizados con las tradiciones importadas por los españoles desde el siglo XV.

La ciudad de Oruro se dedica totalmente famoso carnaval, realizado una vez al año. La gente viene de todas partes del mundo para asistir a este carnaval y ver los miles de bailarines desfilando en las calles de la ciudad al sonido de las bandas.

La costumbre es de hacer fogatas, desde cada quema lo que le da la gana. El fuego, aquí es símbolo de salud, de fertilidad y prosperidad, es pedido al Santo. En el campo, el fuego de San Juan limpia supuestamente la tierra para que el suelo de luego verdes pasturas.

El tejido constituye sin duda la expresión más compleja y más elaborada de la de la estética del mundo andino. Desde hace siglos, cada grupo étnico construye su estilo, su estética, utilizando formas, materias, diseños, colores y símbolos propios y/o compartidos.  

La fiesta de todo Santos es uno de los momentos fuertes del calendario boliviano.

Durante esta fiesta se cultiva la memoria a los muertos, floreciendo sus tumbas. El cementerio se llena todos los días, y las familias vienen a rendir sus homenajes a la memoria de sus antepasados.

Las “alasitas” son miniaturas de todo tipo de objetos que se venden en varias ciudad de Bolivia al inicio de la época de lluvias. Es una celebración a EKEKO, dios de la abundancia a quien se regala miniaturas representando los sueños que uno desea ver concretizados en el trascurso del año.